Sarah Gomez
Vengamos de donde vengamos, todos buscamos una sensación de pertenencia. Todos queremos prosperar, todos queremos encontrar nuestro elemento, nuestro lugar, nuestra pasión.
En nuestro trabajo en el equipo KIPP Through College, tratamos de ayudar a nuestros ex alumnos en ese camino hacia el descubrimiento.
Tratamos de ayudarlos a que encuentren esa sensación de pertenencia y, cuando la están buscando –ya sea en un plantel universitario o en su carrera–, los ayudamos a orientarse por el laberinto de obstáculos que podrían hacerlos tropezar.
Aun los detalles más mínimos pueden hacer que el estudiante regrese a casa: una cuota vencida en la biblioteca puede convertirse en un obstáculo insuperable.
Recientemente, hemos estado tratando de enfrentar el miedo al riesgo de fracaso. Nosotros estamos aquí para decir: “No, tú no eres el único que no entendió lo que dijo el profesor en la clase de hoy”, o “No, tú no eres el único que no entendió de inmediato cómo depositar dinero en la cuenta de tu credencial. Tú no eres el único. Tú no estás solo.”
Y cuando nuestros estudiantes y ex alumnos superan los obstáculos –cuando vemos que los estudiantes se encuentran a sí mismos, cuando encuentran su pasión, su propósito, cuando los vemos cumplir parte de su promesa y aportar para la educación de las siguientes generaciones– en cierto sentido es como ver crecer a nuestros propios hijos.
Yo he estado en KIPP desde hace más de diez años y lo que me ha hecho permanecer con KIPP es mi perspectiva a largo plazo. Tenemos la oportunidad de tener un papel decisivo en muchos sentidos. Hay otras organizaciones que hacen un trabajo excelente, pero nosotros tenemos la energía, la urgencia, la cobertura.
Hace cuatro años, teníamos solo unos tres mil ex alumnos en universidades. Este año, son más de diez mil. Muy pronto tendremos 40,000 ex alumnos y decenas de miles de inscritos cada año.
Estamos… estamos en la cresta de una ola enorme e influyente.