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Si amas a los niños y te apasiona la educación, encontrarás una excelente oportunidad de crecimiento en un lugar como KIPP.

Mi madre me ha inculcado una profunda creencia de que la participación es la clave para construir una comunidad, que debemos estar juntos y amarnos para mejorar no solo nosotros mismos, sino también el mundo en el que vivimos.

Ese proceso –de buscar, de explorar, de encontrar lo más adecuado educativamente– me causó un impacto que a la fecha me sigue afectando. Aprendí lo poderosos que pueden ser unos buenos padres.

Ante todo, estoy en este trabajo por los niños. Lo que estamos tratando de hacer no será posible si no nos ganemos su confianza.

“Sé que en KIPP se preocupan realmente por mi hijo”.

Las escuelas KIPP son académicamente intensas y desafiantes. Proporcionan a los estudiantes los elementos básicos – matemáticas, lectura, artes, música y habilidades de pensamiento de orden superior para analizar, deconstruir y reconstruir – que los preparan para una vida y un futuro maravillosos.

Thelma Reed, abuela y directora de transporte en KIPP Delta, recuerda la primera vez que conoció lo que es KIPP. Lo que empezó como búsqueda de empleo se convirtió en una oportunidad educativa para sus nietos y una oportunidad de crecer para Thelma.

“Todo el que llega a KIPP descubre pronto que se vive un ambiente de familia”.

¿Cómo podemos ayudar a los niños a convertirse en ciudadanos para el cambio?

No soy asesor universitario simplemente para ayudar a los chicos a presentar su solicitud FAFSA. Soy asesor universitario para ayudar a los estudiantes a contar su historia.